25/6/10

Los Yetis: Revolución a Go Go Vuelve









Por: Luis Oswaldo Bernal Correa


Hace un par de semanas en la mesa de al lado cuatro hombres, dos de los cuales superaban los 50 años, empezaron a tocar su guitarra y de pronto escuché una de las mejores canciones que he escuchado: Mi primer Juguete.


No sólo era inteligente, corta, sarcástica…sino que era fácil de aprender, y sobre todo, digna de ser aprendida. Nunca la había escuchado pero me sonaba a éxito musical. Luego de un par de canciones más anunciaron que habría un concierto de ellos el 24 de junio (de 2010).

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Ayer estuve en el concierto de “Los Yetis”. No tenía ni idea que aquellos hombres que había escuchado espontáneamente cantar hacia unos días pertenecían a ese grupo, y de hecho, no tenía ni idea que existiera tal grupo, a lo sumo, me los imaginaba como un grupo de música folclórica colombiana. Pero la sorpresa fue muy agradable, al descubrir que este grupo de hombres aparecieron en el escenario de una manera inusual, imponente e interesante tocando la música que saben hacer: Música a Go Go…música de la “Nueva Ola”.

Dos generaciones han pasado desde la publicación de su último álbum, y ahora se han reunido de nuevo –claro, con nuevos integrantes- y han permitido que nuevas generaciones nos deleitemos conociendo un mundo que se había perdido en el tiempo y los recuerdos de sus fans.

El auditorio de la Biblioteca Diego Echavarría Misas (Itagüí-Antioquia) estaba copándose y el público ansioso esperaba a sus ídolos, hombres y mujeres que llegaron con sus hijos, y algunos con sus nietos, juiciosamente bien puestos en sus lugares, esperaban la aparición de quienes la última vez que estuvieron en la cima de la fama no excedían los 20 años.



La euforia apareció al abrirse el telón con una melodía intensa de los años 60’ que dio inicio a una serie de aplausos, sonrisas, chiflidos que con el paso de las canciones llevó a más de un asistente a un éxtasis anacrónico (o algo así), porque señoras y señores de 60 años empezaron a aplaudir y bailar…mostrando sus LP (Discos), mientras jóvenes y niños dejaban de lado la “pena” y se unían a la fiesta.

Este evento sin par, fue una ventana abierta para conocer una generación, un ritmo, una época vivida por jóvenes arrebatados que hoy visten de traje, ocupan un puesto de trabajo y disfrutan de sus nietos. De allí que una generación se determine por los recuerdos compartidos.

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